Cuando el genio en el arte se convierte en magia
Hay artistas que reinventan el arte, como el primer ser humano que pintó los muros de una caverna. Picasso es uno de ellos. Viviendo intensamente, supo ser intemporal. Fue un revolucionario, sabiendo permanecer como un clásico”.
Estas palabras del director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, describen el concepto de creación artística, de genialidad en el arte, como la expresión personal y exclusiva de un individuo.
Naturalmente, el artista, en su faceta de creador, no vive al margen de su tiempo, de las condiciones sociales y culturales de la época; la intención del genio artístico puede ser subrayar, transformar o rechazar a su medio, pero sólo en muy contadas ocasiones ha logrado actuar al margen y con total independencia de su ambiente.
Cuando eso ocurre, surge el genio y, con ello, la magia sublime del arte. Como definió Immanuel Kant, “el genio es el talento de producir aquello de lo que no se puede dar una regla determinada, y no la habilidad que se puede mostrar, haciendo lo que se puede aprender, según una regla; por consiguiente, la originalidad es su primera cualidad.”
Al igual que Picasso, podríamos citar a otros artistas que innovaron en la pintura, como Miró, Dalí, Kandinsky, Van Gogh…, todos ellos inconformistas, atrevidos, con un mundo de colores y de magia personal, con un punto de vista diferente de lo que era el arte hasta el momento, que rompieron barreras, que crearon nuevos caminos en el arte de la pintura, que fueron criticados e ignorados en algunos casos.
El objetivo del arte es la emoción estética.
En el arte de la pintura es donde PAR-OLE nos abre un camino imaginado, donde los sueños, la imaginación, las palabras, los números, los paisajes, las flores se transforman. Donde la realidad de la mirada de los hechos comunes, varía según el espectador que observa una determinada imagen, o reacciona ante determinados hechos.
La composición de la pintura tiene como base la palabra "SI". En las formas que nos sugiere la pintura, podemos intuir ver el sol y un rio que se desliza por una montaña.