La influencia de la fotografía en la pintura

La influencia de la fotografía en la pintura Desde la invención de la Fotografía, en 1839, fueron muchos los que anunciaron el fin de la pintura. Y también muchos otros, que consideran que la fotografía no puede retratar la composición de un cuadro de Rafael o el color de una pintura de Delacroix. En todo caso, el tiempo ha puesto de manifiesto la influencia que la irrupción de la fotografía ha tenido en la pintura y cómo la mirada de muchos fotógrafos actuales ha sido también influenciada por las obras clásicas de la pintura. Artistas como Picasso, Dalí o Moholy-Nagy no trabajaron a partir de una disyuntiva de géneros (fotografía o pintura), sino a partir de la conjunción de ambos. De hecho, la relación entre pintura y fotografía es tan fuerte que, tanto los pioneros como los fotógrafos contemporáneos, han asumido como propios los temas básicos de la pintura: el retrato, el cuerpo, las naturalezas muertas, el paisaje, los temas religiosos y la guerra. Los retratos individuales o en grupo están en el origen de la indisoluble relación entre fotografía y pintura. Los primeros daguerrotipos mostraron que podían devolver una calidad de imagen mucho más fiel que el grabado más exquisito. Pero la fidelidad de la imagen se consideró insuficiente y los fotógrafos jugaron con las luces y sombras para desentrañar la personalidad del retratado siguiendo el ejemplo de Velázquez o van Dyck. Fue la pintura impresionista la que recibió la mayor influencia de la fotografía. La captación fotográfica de imágenes reales progresó espectacularmente hacia la mitad del siglo XIX. Basta con decir que Monet tuvo hasta cuatro cámaras, y Degas experimentó con una de las primeras cámaras portátiles de Kodak. Es cierto que la fotografía permitía captar con total fidelidad las luces efímeras de los paisajes y el quehacer cotidiano de la gente. Pero la pintura de los impresionistas explotaba las cualidades del medio, como el color, que la fotografía de la época no podía igualar. Quizás el ejemplo más evidente de la influencia de la fotografía en la pintura de los impresionistas es la obra de artistas como Monet, Pissarro o Degas. Este último, por ejemplo, elaboró audaces composiciones, como figuras en contrapicado, o escenas incompletas que ayudaban a crear el efecto de inmersión del espectador en la escena, dando la sensación de que el cuadro se extendía más allá de los límites del marco, dentro de la vida misma del espectador. Lejos de la representación humana, puede que sea en el paisaje donde la relación entre ambas artes sea más auténtica, un género que no tuvo auténtico protagonismo en la pintura hasta el XVII. Primero reprodujeron la naturaleza sin artificios, como un espejo de la realidad. Después, la fotografía ha ido tratando de reproducir su fuerza y misterio. Sin embargo, son muchos los que creen que las acuarelas de Turner se presentan como un objetivo casi siempre insuperable. Pintura: ONES DE FLORS La palabra MAR dibujando un mar de olas de flores. Cuadro de paisaje de mar personalizado, un regalo para una persona especial.

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