El color como sentimiento

El color como sentimiento El arte del siglo XX se caracteriza por sus múltiples movimientos o tendencias artísticas, que se relacionan entre sí para dar paso hacia otras corrientes nuevas, algunas de escasa recorrido pero que han creado escuela con el paso del tiempo. El fauvismo, por ejemplo, fue un movimiento pictórico francés de escasa duración, que se desarrolló entre 1904 y 1908, pero de gran trascendencia para entender la evolución de la pintura hasta la actualidad. Finales del siglo XIX y principios del XX fueron décadas brillantes para la pintura. Se imponía la simplificación decorativa y la experimentación, planteando nuevos términos a la representación artística. Aquí fue donde se hizo notar la influencia de artistas de la talla de Van Gogh y de Gauguin, que abandonando las sutilezas de un arte refinado, adoptaron un proceder directo y espontáneo en sus formas y esquemas de color, con colores simples e intensos y armonías atrevidas. El término fovismo surge durante la celebración del Salón de Otoño de 1905 donde se presentaron numerosas obras a concurso y aparecieron problemas a la hora de clasificar y encajar algunas de ellas. Fue algo parecido a lo que pasó en su momento con los impresionistas cuando una serie de pinturas fueron calificadas de «incoherentes» y sus autores excluidos del salón por expresarse de un modo intenso y diferente. El crítico Louis Vauxcelles afirmó sobre ese conjunto de obras “Mais c'est Donatello parmi les fauves” (Pero, es Donatello entre las fieras), por lo que de la palabra fauve se derivó en fauvisme (fauvismo o fovismo). La mención a Donatello se debe a que en la misma sala había una escultura de corte renacentista. El precursor de este movimiento fue Henri Matisse y su mayor influencia en la pintura posterior se ha relacionado con la utilización libre del color. El fundamento de este movimiento es la liberación del color respecto al dibujo exaltando los contrastes cromáticos. Los artistas fauves van a trabajar con “la teoría del color”, interpretando qué colores son primarios, cuáles son secundarios y cuáles son complementarios. Mediante este planteamiento consiguen una complementariedad entre colores, lo que produce un mayor contraste visual y una mayor fuerza cromática. El dibujo será un aspecto secundario para estos artistas, aunque Matisse, por ejemplo, no se olvidó de su importancia. También se destaca la función decorativa y la utilización de las líneas onduladas. Una característica de esta pintura es su intención de expresar sentimiento, los fauves perciben la naturaleza y lo que les rodea en función de sus sentimientos. PAR-OLE amplia la paleta de colores tradicional, con colores nuevos como el oro, plata y bronce. Consiguiendo, al mezclar colores primarios o secundarios con colores metálicos, una gama de colores especial y novedosa. En el arte normalmente es el artista el que expresa sus sentimientos al crear una composición pictórica. PAR-OLE personaliza el arte para que sean tus sentimientos los que se reflejen en tu cuadro personalizado.

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